La maternidad como alquimia

¿Te has preguntado porqué luego de tener hijos sientes que ya no eres la misma?

El parto, y también la adopción, se vuelven uno de los ritos de paso más importantes que enfrentamos las mamás y los papás. Traer al mundo un nuevo ser, hablando en términos física y psicológicamente no es sencillo la mayor parte del tiempo. Si bien es cierto, vivimos momentos sumamente hermosos cargados de amor, felicidad, dicha y una sensación de estar en un enamoramiento constante y profundo, no siempre es fácil.

Enfrentamos emociones no tan positivas la mayor parte del tiempo, es común sentir mucha desconfianza en nosotras mismas, inseguridad, miedo y algunas veces preocupación extrema. Es aquí cuando tendemos a encontrarnos con nuestra sombra que nos recuerda constantemente que debemos trabajar profundamente en lo que no está bien allá dentro. Pero no todo es malo, porque también hay destellos de luz que te hacen ver tus nuevas cualidades y aquí es donde entra la alquimia.

Como cuando luego de un parto cansado donde te enfrentaste a tus demonios, al dolor, al cansancio, al miedo y a la muerte. Ves que todo ese plomo se transformó en oro para dar a luz a una nueva mujer y a un nuevo bebé. Y es que esto es así, vamos convirtiéndonos en oro constantemente con cada dificultad que la maternidad trae. Te das cuenta que te vuelves más profunda y consciente, ves aprendizaje donde antes no lo había, sabes comprenderte mejor, conoces la fuerza de tu corazón y más importante aún, conoces el amor que tal vez siempre quisiste experimentar.

La maternidad no es sencilla, es una montaña rusa de muchos metros de altura que te hace subir y bajar a la velocidad de la luz sin darte cuenta. Muchas veces no tienes tiempo de reponerte, pero lo haces, porque el amor que le tienes a tu hijo o hija te impulsa a querer hacerlo mejor para la próxima vez y estar más preparada. Desde la consciencia y desde el amor. Desde el respeto y la integridad. Desde los límites tanto para ti misma como para tu familia.

Ahora, volviendo a la alquimia, ella ha existido desde tiempos ancestrales y es un término que está relacionado principalmente con la transmutación que puede darse en la materia.

Centrándonos en el aspecto más espiritual de la alquimia, ésta trata de convertir al hombre y mujer en oro. Por tanto, se trata de un camino donde lo denso se transforma en algo mucho más sutil, igual que ocurre con los metales.

¿Has visto como situaciones en tu maternidad te han hecho encontrar el oro en ti misma?

La maternidad se vuelve un proceso alquímico y de transmutación constante. Al inicio creemos que las cosas están mal y no nos está yendo bien, pero, ¿te has detenido a sentirte y conectar con tu experiencia? ¿estás viendo en el enorme cambio amoroso que estás viviendo?

¡Mujer eres magia pura!

Reconoce el poder que tienes para crearte constantemente y vive la alquimia que tu maternidad te trae. Es tu alma recordándote todo lo que puedes sanar, compartir y transmitir.

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